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Asqueroso San Valentín


Se acerca una de las fechas que MÁS detesto en el año (junto con Año Nuevo), porque miles de Cupidos, corazoncitos rojos y rosados, chocolates para hartarse engullendo y miles de millones de parejas besuquéandose eligen justo estar frente mío, como para restregarme en el rostro que, una vez más, un año más, sigo siendo el fiel retrato de mi tía solterona.

Quizás ya no me molesta tanto dicha fecha tan molesta, que hasta los mismos varones olvidan y que sus pololas deben recordarles, a través de "indirectas DIRECTAS". Hace un par de años atrás me hubiese molestado dicha soledad, esta carencia de besos y afecto que me llegaba hasta los huesos de tanta tristeza y molestia. Porque, claro, ves como todas tus amigas salen con sus novios, mientras tú te quedas en casa viendo los 104791261 especiales del famoso "Día de los Enamorados" por la tele, comiendo chocolates que tuviste que auto-obsequiarte y tratando de no llorar porque Keanu Reeves se junta al fin con Sandra Bullock en "La Casa del Lago". Y, secándote esas lágrimas, te preguntas: "¿por qué? ¿Acaso soy tan monstruosa? ¿Soy la hermana de Shrek, o entonces cuál es la razón de que pase 21 años observando al resto del mundo besarse con lengua...y yo no pueda hacerlo?". No. ¡Esos días se acabaron para mí! Y no es porque haya conseguido al fin un novio (sería un milagro y llovería durante tantos años que prefiero no causar un desastre natural y seguir solita durante un tiempo), sino porque al fin no me interesa estar sola. . Tengo que volver a repetírmelo para no arrepentirme de mis palabras. He tenido más tiempo que muchas personas para por fin conocer quién es aquella niña rubia que veo en el espejo todas las mañanas y se parece vagamente a mí. ¿Cómo hubiese estado con alguien si no sé siquiera quién demonios soy? Espero que alguien me quiera por lo que soy... ¡y ni siquiera yo sé quién soy!

En este tiempo he descubierto tantas cosas, cada día descubro algo nuevo, me sorprendo por pequeñeneces que jamás había notado de mi persona... y que ahora sé y comienzo a valorar. Fanática de los libros, quisiera poder vivir para siempre para leer todos los libros del mundo. Mi placer culpable es escuchar la música de Britney y Lady Gaga. El queso es mi chocolate: ¡me corta la depresión de inmediato! No soy tímida: prefiero escuchar a las personas cuando no las conozco. Mis sueños son muchas veces acertados, al igual que mis intuiciones. No me arrepiento de nada de lo que he hecho hasta el día de hoy...

Podría seguir nombrando. Pero, lo importante, es que este viaje en el cual he vivido tantas aventuras en solitario, lo he disfrutado por el simple hecho de aprender a valorarme. Y sí, tal vez una persona al lado tuyo puede hacer que crezcas más, que aprendas más cosas, que te diviertas; pero al fin del viaje, a veces esa persona se va... y quedas sólo contigo. Y tu sombra. Y si no deseas estar contigo misma, ¿quién más va a querer hacerlo?

Quizás no se entiende mi punto de vista, me importa un pepino. Tengo 21 años, estoy soltera, buscando, y FELIZ. Y, al final, esto - una sonrisa de corazón, sincera e interna - es lo que más aprecio.

F I N