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"Francamente, querida, me importa un bledo"


Una noche de Navidad, no recuerdo el año, llegamos un poco tarde a mi casa. Me fui a mi pieza y encendí la TV. Me encontré en el canal TCM con una de las películas más largas que el cine haya producido jamás: "Lo que el Viento se Llevó". Me acosté en mi cama y sin muchas ganas, me quedé observando un rato cómo Scarlett O'Hara, uno de los personajes más interesantes que he conocido en mis novatos 15 años como lectora obsesionada, declaraba su amor a un bello (y casado) Ashley Wilkes. Interesante, me dije. Pasé las próximas dos horas completamente embobada, viendo aquella película. Y, al día siguiente, comencé a leer el libro, bueno, en realidad eran dos tomos. Pasé dos días enteros sin dejar de leer. Leía en el living, en la terraza, en la cocina, en mi cama, en el pasto... toda mi casa conoció mi nueva obsesión literaria. Y, definitivamente, no me arrepiento de haber pasado dos días enteros sin hacer otra cosa que no fuera leer...

...Porque esta gran novela es una de las mejores que haya leído. Fue la única obra literaria que nació de la pluma de Margaret Mitchell, una mujer estadounidense que falleció a los 48 años junto a su esposo, atropellados por un taxi. No escribió nada más. Y nos quedamos con esa sensación de tristeza por no saber qué más pasaría en la vida de Scarlett O'Hara. Porque el final te deja con un sentimiento ambiguo. Por un lado, querías al fin que Scarlett aprendiera su lección; pero por otro querías que de la nada llegara Rhet Buttler y se quedara finalmente con ella, porque eran hechos el uno para el otro... Quién sabe.

Pero, oh, qué mal educada soy. No les he contado de qué trata esta hermosa historia de amor. Ambientada en la ciudad de Atlanta, en 1861, en la Guerra de Secesión, nos encontramos con Scarlett O'Hara, una señorita de 16 años, hermosa pero con un carácter bastante fuerte. Vivía en el fundo llamado Tara, junto a sus padres y sus dos hermanas. Era la muchacha más codiciada de toda la región, puesto a que era bastante coqueta y hermosa y se aprovechaba de dicha situación para conseguir siempre todo lo que quería. La historia comienza cuando ella, a través de unos gemelos (que, por cierto, babeaban por ella), se entera que su amor de toda la vida, Ashley Wilkes, un joven apuesto y millonario, se casaría con Melania Hamilton. Scarlett, por supuesto, no desea creer dicho rumor, ya que está convencida de que Ashley la ama tanto como ella a él y que ambos se van a casar. La familia Wilkes ofrece una barbacoa, y la familia O'Hara asiste. Antes de la comida, Scarlett conoce a Rhett Buttler, un hombre de 35 años que se enamoró apenas la vio de ella, pero que tiene una mala reputación. Ashley anuncia que se casará con Melania, una mujer que tiene tanta gracia como una hoja de acelga. Ante esta situación, Scarlett decide sacar celos a su amado, casándose con Charles, el hermano de Melania. Pero luego éste tiene que ir a la guerra y fallece por una pulmonía, precedida por sarampión. Scarlett enviuda a los 19 años, con un hijo, y se ve en la obligación de salir adelante... entre tanto se encuentra un par de veces con Rhett, que está con la firme intención de casarse con ella, la guerra avanza, Ashley todavía no ama a Scarlett... uff, entre tantas cosas más que no puedo recordar. La historia finaliza con una Scarlett O'Hara de 28 años, de vuelta en Tara, la tierra que la vio crecer. ¿Qué sucede entre ella y Ashley? ¿O entre ella y Rhett? Bueno, lo dejo para que ustedes, ratones de biblioteca, que lo averiguen...

Pero, a pesar de lo larga de esta novela (y no sirve de mucho ver la película para ahorrarse la lata de leer más de 500 hojas, puesto que dura más de 3 horas ¬¬), es una buena alternativa para dejar que la imaginación vuele, de querer vestirte con aquellos largos y coquetos vestidos, de vivir en una época en donde todo podía sorprenderte, de suspirar como loca cuando veas lo que Ashley siente por Scarlett, de llorar por la muerte de Ellen Robillard, etc etc etc... Te volverás loco por la novela, pero sinceramente... ¡VALE LA PENA!



Y, como diría Scarlett O'Hara...
"Realmente, mañana será otro día"