13:55

Recuerdos de hace muchos años atrás...


"Cuando el sol en mi ventana rojo brilla a la mañana y mi amor tu sombra evoca, si en mi boca de otra boca sentir creo la ilusión; dime: ¿es que ciego deliro, o que un beso en un suspiro me envía tu corazón?"

¿Has sentido alguna vez dicha sensación? ¿Despertar y sentir que estuviste con alguien? Abrir los ojos y pensar en esa persona, en que estuviste con ella, en que esa noche sus almas se encontraron en el universo paralelo de los sueños... Tener la certeza: "sí, estuve con él. Soñé con él, no me acuerdo qué, pero lo hice". ¿Cuántas veces? ¿Cuántas veces he sido víctima de mis sueños? ¿Cuántas veces he soñado con cosas que luego sucederán en mil años más? Y esta mañana, cuando desperté, supe que te había visto. Sentía tu voz en mis sueños, pero no podía verte, porque si intentaba subir la mirada, una luz me cegaba. En serio. Fue extraño. Fue estúpido. Y te escuchaba hablar, decías muchas cosas; numerosas personas hablaban sin cesar, pero tu voz resaltaba. Estábamos todos en un lugar extraño, verde, muy verde. Y hablabas sobre no recuerdo qué. Yo me sentía pequeña, bien chiquita, porque trataba de alzar la mirada, y simplemente no podía verte sin sentir molestia en mis ojos. Tapé mis ojos, tratando de evitar la luz, pero era inútil. Y tratabas de verme, pero yo no podía observarte.

No sé porqué sigues apareciendo en mi subconsciente. Ya ni te veo. Ya no sé nada de ti. Entonces... ¿por qué suceden estas cosas? El martes también soñé contigo. Y esto era más estúpido que el de hoy. También todos hablaban. Y tú hablabas también. Yo me alejaba de aquel lugar, me sentía molesta y me iba a una pieza. Miraba fijamente el closet. Habían muchas fotografías. Te vi en la entrada. Algo me dijiste, no recuerdo qué. Y entraste y me miraste fijamente. Luego posaste tu mirada curiosa en todas aquellas fotografías. Me ibas hablando de las fotos, no recuerdo tus palabras. Luego te detenías en la foto de un hombre, como futbolista, que estaba sentado en el pasto de una cancha. Me miraste, y con aire celoso me dijiste: "veo que él te gusta". Y yo, sonrosándome, susurré: "si me conocieras lo suficiente sabrías que no es cierto". Y eso es todo. Otro sueño más: soñé que estaba sentada, esperando en algún lugar, a que llegaras. Pasaban muchas personas, pero no llegabas nunca. Yo sabía que estabas allí, sabía que habías llegado, podía sentirte, escucharte, pero no podía verte, porque te daba la espalda. Y no recuerdo más.

Pero lo que quiero decir, es que en todos estos sueños, despierto con esa misma sensación: estuve contigo, como si de verdad hubiese sido. No es porque el sueño es verdadero, sino es porque el sentimiento lo es. Despierto y pienso en ti y en nuestro encuentro como si ayer hubiese sido miércoles y me acordara de todas las cosas que hice en el día. Ahora es lo mismo. Despierto convencida de que este sueño, la mentira más grande... sucedió. Y creo que enloquezco con sólo pensar en ti. Creo que enloquezco con sólo escuchar tu voz. Creo que me vuelvo loca cada vez que te extraño, cada vez que te alejas, y cada vez que te acercas hacia mí. Cuando por coincidencia me hablan de ti. Por ordenar mis cosas encuentro las cartas que te he dedicado, con mi letra infantil y llena de colores. Por leer mis diarios, encuentro que deseo estar allí. Deseo ser... lo que tú quieres que yo sea.

Y otra vez me pregunto si es cierto eso que dicen... sueñas con la persona que pensó en ti antes de dormirse, aunque sólo por un momento. Por un segundo que estuviste en su mente, quizás porque se acordó de algo que dijiste, o que hiciste, o que no hiciste o dijiste, bastaba para que luego tú soñaras con esa persona. Pero si sigo esa lógica, entonces sería una coincidencia extraordinaria si yo soñara con Matthew Perry por la maravillosa idea de que a él justo se le ocurrió inventar a una albóndiga latina JUSTO igual a mí, en su mente, antes de dormirse. Y VOILÁ, esa albóndiga latina (que existe, por cierto, y que tiene justo mi nombre) soñó con él. ¡SÚPER POSIBLE! ¡SÚPER ALCANZABLE DE REALIZAR! CUEC. Cuec cuec cuec.

Pero... ¿por qué razón sueño yo con esta persona, si ni siquiera la he visto? Ya ni pienso en él, bueno, mucho menos de lo que hacía antes. En un pasado cercano, pasaba todo el día pensando en su sonrisa. Pasaba todo el día rogando al cielo para que me regalaran una noche de sueño con él, una noche de mentira, en donde yo pudiera hacer lo que quisiera (cosas buenas, ¿eh?). Pero no pasaba nada. Ese día que rogué para soñar con él, para que se me dijera de una vez por todas: "sigue creyendo en que sucederá algo", u "olvídalo de una maldita vez". Y no sucedió nada. Como por dos semanas.

Hasta que sucedió. "Me recuerdas a alguien", esa fue la primera frase que me dijo en sueños, hace dos semanas atrás. Un simple, tierno y suave "oye, tú me recuerdas a alguien", mientras me miraba a los ojos y yo me ponía roja, como un tomate con ojos. Y de ahí pensé... si seguimos esa teoría estúpida... y no lo veo desde hace como mil años, ¿qué pensó de mí antes de dormirse, como para que yo soñara aquello? ¿Qué fue lo que pasó por su mente? ¿Acaso fue que realmente lo piensa? ¿Acaso fue que pensaba en algunas cosas de su vida cotidiana y de pronto se encontró pensando en mí? ¿O sólo veía televisión y se encontró con alguna repetición de la teleserie 16 y pensó que la Canela se parecía a esa niña rubia, redonda como una burbuja? ¿O simplemente no pensó en nada y yo estoy pensando estupideces? Creo que la primera opción es la más sensata.

Pero como yo estoy loca, no lo pensaré de ese modo. Porque simplemente no puedo permanecer tranquila. Leí en una Cosmopolitan que uno sabía inmediatamente cuando había química (de cualquier tipo), como cuando se miran dos personas y sienten cosquilleos en su estómago, o que sienten fuego al mirarse directamente a los ojos. O que al tocarse, aunque sea suavemente (un, "permiso, por favor", o un "oye" y le tocas el hombro) sienten una chispa. Eso significa que algo más puede suceder. ¿Pero cómo cresta voy a saber si hay química, si sólo soy yo la que siente eso y jamás sabré lo que él siente al verme, al hablarme, al reirse conmigo, al caminar juntos, etc.? Yo, si pudiera, hace rato que me hubiese escapado con él a la India, o a cualquier lugar. Hace rato que le hubiese dicho que me gusta. Hace mucho tiempo. Pero, ¿cómo hacerlo si no sabes qué esperas como respuesta? No lo sé.
Creo que soñar hace que me invente problemas que ni siquiera son reales.